jueves, 25 de junio de 2015

La soledad de la pareja presidencial


Sobre la orfandad de Ollanta Humala y Nadine Heredia

 en materia de asesores políticos

La falta de asesores políticos ha sido una de las grandes fallas del entorno presidencial desde el inicio del gobierno. Más de una vez nos hemos preguntado dónde están y quiénes son los asesores que permiten que la pareja presidencial se maneje públicamente tan mal. Y hoy la pregunta se repite al ver la estrategia usada por Nadine Heredia para enfrentar las acusaciones de corrupción. ¿Quién le ha hecho creer que la mejor estrategia es el uso del habeas corpus para impedir ser investigada? Es que nadie le ha explicado que, como estrategia legal, impedir una investigación pueda resultar eficaz, como en el caso de Alan García, pero políticamente no hace más que gritar su temor a ser investigada.
Al parecer Nadine Heredia no se ha dado cuenta de que si lo que quiere es hacer una carrera política, su estrategia está equivocada. La percepción ciudadana la tiene hoy como la política más corrupta, incluso por encima de Alan García y Alejandro Toledo. Y espérense que Marcelo Odebrecht todavía no ha hablado.
Ollanta Humala llegó al poder enarbolando la bandera de la honestidad, la decencia y las credenciales democráticas, y para ello utilizó una estrategia de enfrentamiento abierto contra el aprismo y el fujimorismo. Dinamitó el diálogo político que más de un premier trató de sostener con la oposición, cuando más necesitaba de esos votos. La pareja presidencial hizo oídos sordos a todos aquellos que le advirtieron que la política es un arte, el arte de lo posible, y que para ser exitoso en política se debe negociar con las otras fuerzas y buscar consensos. Y es que el Comandante Humala no logró entender que una cosa es ganar una elección y otra muy distinta gobernar en democracia.
La pareja presidencial son un par de aventureros que llegaron al poder impulsados por los odios y rencores personales de un marqués libertario que impresionó al mundo al jugársela por un líder nacionalista. Más aún, cuando se comenzó a destapar las malas artes de la pareja y su entorno, el marqués seguió sosteniendo que Nadine era una gran política y que había llegado el momento de que una mujer fuera Presidenta del Perú. Al Marqués no se le oyó decir nada cuando saltó lo de López Meneses o lo de Martín Belaunde Lossio. Y claro, ahora uno entiende que estaba un tanto ocupadillo.
El problema es que los peruanos, siguiendo sus recomendaciones, decidieron que sí pues, que si el Marqués daba las garantías del caso, pues el Comandante Humala debía ser una buena opción. Y mire usted lo que sucedió. Esta es una muestra de lo que ocurre cuando los ciudadanos votan sin tener en cuenta las capacidades de las autoridades que eligen. El Perú es hoy en día un país de ingreso medio alto, con muchísimo dinero en las arcas del estado y cuyo sistema de pesos y contrapesos no funciona. No hay transparencia en las licitaciones de obras ni en las compras públicas. El Poder Judicial es utilizado como una barrera para impedir la rendición de cuentas y la transparencia a las que toda autoridad está obligada. Y el Poder Legislativo, en manos del nacionalismo, está ocupado comprando billeteras para los padres y las madres de la patria, porque “los trabajadores del congreso merecen dignidad”.
Por María Cecilia Villegas
25 – Jun – 2015

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